Tras una viral y original pedida de mano bajo las aguas de Cangas (Pontevedra), Tamara y Adrián iniciaron la cuenta atrás con los preparativos de su boda, por el camino tuvieron que vivir momentos duros que nos depara la vida pero que hizo que el lazo rojo invisible que los une los amarrara aún con más fuerza.
La pandemia todavía no nos daba tregua, a lo que hubo que sumar la huelga de transportes, por lo que os podéis imaginar que, si ya de por sí una boda genera estrés, con todos estos alicientes, los nervios y el agobio es aún mayor. Pareciese como si nuestra entrañable pareja estuviese luchando continuamente contra viento y marea, pero como buenos amantes del mar sortearon las olas y llegaron gloriosos al ansiado puerto.
La mañana de aquel día primaveral, nos dirigimos a la ciudad de Ferrol a comenzar nuestra temporada de bodas, como fotógrafos y videógrafos de bodas, uno siempre va con la responsabilidad que conlleva este trabajo, es fundamental no perderse ni un segundo del gran día de una pareja. Lo que más nos gusta del día propio de la boda, es poder capturar la esencia de cada asistente, buscar inmortalizar cada lágrima, cada sonrisa, cada abrazo… convirtiendo todos esos instantes en recuerdos, que cada vez que sean visualizados te trasladen a ese preciso momento.
Adrián y su familia nos esperaban con todo listo para empezar con nuestra labor (qué gusto llegar y ya poder empezar a crear esos planos e imágenes de los complementos). La habitación con detalles marineros nos cautivó y la cabeza empezó a trabajar, muy bien arropado nuestro novio se fue preparando con su traje de Nuria Espasandín, junto a su madrina de boda, su hermano y su padre, empezaron a surgir las miradas cómplices, los abrazos… Su reloj llevaba como detalle una grabación hacia su querida Tamara. La pequeña Luna, la perrita que nuestra pareja tiene, también participó y tuvo sus instantáneas de lo más naturales con Adrián.
Una vez listo el novio, pusimos rumbo a Valdoviño, donde nos esperaba Tamara con sus amigas y familiares. La habitación blanca con ventanal hizo que tuviésemos una interesante luz para realizar las fotografías de los preparativos de la novia.
Para enfundarse el precioso vestido de corte sirena de la conocida tienda ferrolana María Barcia, Tamara contó con la ayuda de sus 3 encantadoras amigas, con las que primeramente realizamos unas fotos más desenfadas, reflejando el buen rollo que existe entre ellas. Como no, no podía faltar la presencia de Luna también en Valdoviño para tener sus fotografías con Tamara antes del esperado momento.
Una vez con su vestido ya puesto y sus impresionantes zapatos, Tamara recibió la visita de su cariñosa abuela justo antes de que, su madre junto a sus amigas le ayudase a ponerse el velo. Con el coche de boda ya esperando en la puerta, Tamara cogió su ramo, respiró y se fue a encontrarse con el amor de su vida.
La Iglesia de Lago en Valdoviño fue el lugar elegido para celebrar la ceremonia religiosa entre Tamara y Adrián, los invitados fueron llegando poco a poco esperando la llegada de nuestra pareja.
Desde la visita a nuestro sofá amarillo, Adrián tenía claro que quería esperar a Tamara en la puerta de la iglesia, mientras todos los invitados se encontrasen ya dentro de ella, quería ser el primero en verla vestida de novia y así sucedió. Tamara llegó en el coche clásico, donde esperaban sus damas para colocarle el vestido nada más bajar, tardó unos segundos en darse cuenta que Adrián estaba allí observándola con sus ojos expresando toda la emoción que había en su interior, fue en ese momento cuando ella también rompió a llorar y acabaron fundiéndose en un tierno abrazo.
Sonorizando la ceremonia se encontraba 719 discotecas móviles. Primero Adrián y después Tamara, hicieron sus entradas acompañados de sus padrinos de boda, de nuevo visiblemente emocionados, los sentimientos se adueñaron del ambiente.
El sacerdote dio la bienvenida comenzando la misa, pasando posteriormente al breve pero intenso discurso de la tía de Adrián, donde pudimos recoger esas miradas de amor y agradecimiento.
Poco después llegó el momento del intercambio de alianzas y las arras, no sin antes dedicarse sus votos, prometiéndose una vida entera juntos repleta de viajes y aventuras por vivir, como dice el tatuaje que ambos comparten “mucho por ver, mucho por vivir”.
Una vez finalizada la ceremonia religiosa, hicimos una pequeña ruta por los lugares que eligió nuestra pareja para realizar una pequeña sesión fotográfica. Capturando instantáneas por la zona del faro da Frouxeira, la playa de Valdoviño y el Paseo da Lagoa.
Los invitados se encontraban ya degustando los deliciosos aperitivos del Restaurante Illas Gabeiras, sito en Ferrol, cuando llegamos al restaurante.
La entrada al banquete bajo la canción de piratas del Caribe, convirtió el comedor en un hervidero de aplausos y gritos para recibirlos. La velada continuó con la degustación de los platos.
Illas Gabeiras cuenta con un personal muy acogedor, productos de calidad, convirtiéndolo siempre en una apuesta segura para un día tan especial.
Con la llegada del postre comenzó la entrega de detalles y, como sorpresa, sus amigos les prepararon un conmovedor vídeo.
719 discotecas móviles preparó el fuego frío (servicio con el que cuenta esta discoteca móvil y que fue regalo de los amigos de los novios), comenzó a sonar la música, nuestros protagonistas empezaron a bailar y con el primer estribillo, el fuego frío deslumbró a todos regalando así fotografías de fantasía. Acto seguido sus invitados se animaron y se unieron dando así lugar a la fiesta que fue el colofón final a un día 10.
La costa de Ferrol fue el escenario elegido por Tamara y Adrián para realizar las diferentes fotografías y vídeo de su sesión postboda. Visitamos esos lugares que significaban tanto para ellos pero que no se encontraban a mano el día de su boda.
Comenzamos por la carretera del Castillo de San Felipe, como telón de fondo la ría de Ferrol se abría paso en un deslumbrante día soleado, la tonalidad azul verdosa del agua cautiva a todos los que observan su flamante belleza.
Con todos los permisos en regla, comenzamos la grabación con dron en todos los lugares elegidos por nuestra pareja, dando lugar a una perspectiva cinematográfica que tanto atrae a quienes visualizan las imágenes aéreas.
Tras Monte Ventoso, nos pusimos en marcha hacia el pinar de Doniños, un lugar referente para Tamara, seguimos nuestra ruta hacia la playa de Lobadiz, allí nos encontramos con una tala de árboles e improvisamos una de las fotografías que más enamoró a nuestra pareja, siendo ésta la que abriría su álbum de boda.
De nuevo en ruta, la siguiente parada fue Faro de Cabo Prior, con su espectacular entorno, el viento pegaba fuerte en la costa, por lo que el dron fue reservado para planos menos llamativos de lo que nos hubiese gustado, pero aún así se puso en marcha y nos dejó algunos clips para el recuerdo.
Ya por último desembarcamos en la playa de Santa Comba, con la Ermita de Santa Comba como fondo en algunas de nuestras imágenes. Con el atardecer ya presente en el horizonte, regalando sus bellas tonalidades, nuestra pareja decidió zambullirse en el mar, mientras con el dron inmortalizábamos toda la escena, imágenes llenas de diversión, romanticismo y amor pusieron el broche final a una intensa tarde de primavera.